viernes, 26 de febrero de 2010

El enamorado

Esta es la historia de un pájaro que no quería volar. 
Cansado de surcar los cielos persiguiendo a su amada, sólo ansiaba unos brazos fuertes, capaces de abrazarla y retenerla para siempre junto a él.
Con la ayuda del Gran Dios Pájaro se hizo realidad su tan ansiado deseo: sus alas perdieron las plumas y se convirtieron en brazos ágiles y fornidos. Enloquecido de alegría, miró al cielo y le llamó a su amada, esperándola con sus brazos abiertos. 
Pero la amada no fue en su busca; planeando bajo lo miró con desprecio y con dos rápidos aleteos se remontó en un vuelo inalcanzable.
Sin alas, rojo de furia, el pájaro decidió recuperar a su amada. Tomó una rama, un elástico, una piedra,  y la bajó de un ondazo.
La apoyó delicadamente sobre el cesped, lavó sus heridas, la desnudó, y luego  le preparó un vestido de polenta. Después  se sentó a la mesa, disfrutó del plato y antes de levantarse, coronó la ceremonia alzando una copa de vino tinto a su salud. 

2 comentarios:

Flowers dijo...

Qué error cambiarnos o aparentar ser lo que no somos para retener a otro, ¿no?
Y destruirlo porque no te acepta ni siquiera con tu transformación, peor.

n., dijo...

Uff, durísimo.